
El pasado 14 de marzo fue el día de mi Promesa y fue un día muy especial.
Cuando me desperté estaba un poco nerviosa, pero también estaba contenta. Me preparé y fuimos a la Parroquia de Santa Maria del Remei. Cuando llegamos, Akela, las seiseneras y yo fuimos a preparar la ceremonia mientras el resto de la Manada preparaba el Canto de la Promesa y el Gran Clamor (nuestro grito de alegría). Más tarde hice mi Promesa como lobata. Tuve que superar algunas pruebas, recibir el permiso de mis padres para formar parte de la Manada y luego el Hermano Gris me dio la bendición de Dios. Al recitar mi Promesa estaba muy nerviosa pero tenia muchas ganas. ¡Ahora por fin tengo la insignia en mi casquete!
Cuando acabé estaba súper contenta, y no me esperaba que las Viejas Lobas me fueran a mantear, ¡me encantó! Después de la ceremonia jugamos una partida al Pistolero y nos preparamos para ir a Misa. Al acabar fuimos a un parque y desayunamos, después hicimos muchas danzas, como la de Chill o la de Rann. Más tarde hicimos un concurso de canciones y jugamos al juego del “Pip”, en el que Akela nos dice un tipo de salto haciendo un tipo silbido con el silbato y nosotras debemos seguir el ritmo, cada vez más rápido. También hicimos carreras de animales, en las que sólo nos podíamos mover dando saltos, cómo una rana, arrastrándonos, cómo una serpiente, etc. Además las Viejas Lobas prepararon un juego parecido al Among Us, pero en vez de tripulantes e impostores habían Mowglis y Shere-Khans y las misiones eran pruebas del Mowgli. ¡Fue súper divertido y el mejor de todos los juegos!
Tras los juegos, acabamos la mañana con el Consejo de la Roca. Después comimos y tuvimos tiempo libre para explorar, descansar… Más tarde todas las seiseneras y Akela hicimos el Consejo de Akela. Nos propusimos algunos retos para cuidar y ayudar a nuestra Seisena. Al acabar nos unimos al resto de la Manada, que estaba trabajando en su progresión personal. ¡Yo me pase 3 o 4 pruebas, y el resto de mis hermanitas también estaban muy motivadas! Al final del día volvimos a la Parroquia y nos despedimos antes de irnos a casa. ¡Me lo pasé súper bien!
Lucía Nubiola
Estol Santa Maria del Remei - Barcelona
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